Un edificio antiguo, espacios pequeños en la habitación, pero con cariño algo aceptable, poca insonorización con las habitaciones contiguas, al punto que conversando trivialmente y a volumen habitual y moderado, los vecinos me golpearon la pared para pedir que bajara el volumen de la conversación...lo que no puedo creer es que en toda la habitación había solo dos enchufes para cargar teléfonos, y lejos de la cama, bajo una mesita , es más...si llevas plancha, alisador o tu propio secador no podías usarlo, pq en el baño no había donde enchufar, había secador del hotel, pero estaba por dentro de la pared.... Insólito.