Al acceder a la habitación, aunque estaba limpia, daba la sensación de que fue asignada alguien, no le gustó y se fue. El WC no tenia que indicara que se había desinfectado, los rollos de papel no estaban doblados como se suele dejar y encima no había gel de ducha. Además, la puerta hacia la terraza no cerraba correctamente.
Tras mi primera noche, dejé la habitación en torno a las 9:00AM con la camarera de pisos precisamente en el pasillo. Al volver a las 17:00 el piso no había sido limpiado, y no , no había dejado la etiqueta de no molestar.
Tras la segunda noche, entré al desayuno a las 7:45, me senté en la barra con vistas a la ventana. A mi lado se notaba que alguien ya había desayunado y no habían recogido. Al salir del desayuno, aún no habían recogido ni limpiado el puesto de la barra a mi lado.
Cancelé la última noche.