La ubicación es excelente por cercanía a todo,pero es tranquilo, agradable para pasear,justo al lado hay unos jardines con unas vistas extraordinarias.
Es súper coqueto, nuestra habitación,al estar en el último piso,era abuhardillada, preciosa. No le faltaba de nada.
El desayuno.. buenísimo,muy completo,y el detalle del brunch....una auténtica pasada,volver y tomarte un caldito caliente y un café no tiene precio.
Un hotel a tener en cuenta sin duda!!!