He estado 4 días en París en familia (2 adultos y dos niños). Reservé este hotel por el buen precio que ofrecían sus habitaciones y porque además incluían el petit-dejeuner. No esperaba grandes lujos, simplemente un sitio donder descansar y reponer fuerzas para visitar la ciudad. Mi sopresa ha sigo más que agradable. El hotel es pequeño y acogedor con unas habitaciones limpias, un baño perfecto, donde el agua caliente nunca falta y sale con mucha presión, persnal muy amable y el desayuno muy correcto (Café, zumos, cereales, embutidos, panes, croissants..). . Sin duda, repetiría!