Hotel muy cómodo, con habitaciones de buen tamaño enen la línea de negocios.No está en el centro de la ciudad, pero es posible llegar a él utilizando el transporte publico que especialmente en la semana es bastante accesible. Los alrededores no tienen tiendas o similares, y sólo hay un pequeño expendimiento de alimentos en un ependedor de gasolina. LLegamos antes de la hora de check-in y tuvimos que esperar a la hora adecuada ya que el hotel estaba lleno, lo que ocurre habitualmente por las permanentes ferias que se realizan en Duesseldorf, así que es conveninente preguntar antes por esta disponibilidad. El personal del hotel fue muy colaborador, espe cialmente considerando que eramos un grupo grande, mención especial a chef y mozos del restaurant que nos preparó buenísimas cenas.