Hay mucha dificultad para estacionarte. Ya que no hay estacionamiento, es en la calle y casi nunca encuentras. Las dos señoras que vi fueron muy muy amables, pero es un lugar muy chico, tanto que no hay demasiado control de nada, había gente hospedada haciendo un ruido exagerado con música de Banda a media noche y no hay a quien reportar como que no se queda nadie, no hay recepción, no hay nada. Mire que hablaban muy bien del desayuno, no diría que nada extraordinario, algo sencillo (huevo con verduras o jamón) y una poca porción. La alberca tiene el agua fría porque depende de un calentador solar y no había sol. El lugar está bonito pero con alrededores medio feos.