Es la quinta vez que nos alojamos en hoteles de la cadena Mercure en distintas ciudades y la segunda en este, tanto por su ubicación, como la corrección del cumplimiento de las condiciones del alojamiento. Sin embargo y lamentablemente en esta ocasión, fue decepcionante el estado del baño, no solo por su estrechez, sino por su funcionamiento, ya que a través de la puerta de la ducha, se filtraba el agua por la falta de zócalo y por dos agujeros que hacen a las veces de manija de apertura inundando todo. La conserjería, no me ofreció ninguna solución y gracias a la buena disposición de Gemeille, un operario de limpieza que circunstancialmente se encontraba en la habitación limpiando los vidrios, conseguimos que un operario, solucionara en parte el problema, ya que es estructural, tanto por lo estrecho del baño, como por el absurdo diseño minimalista del mismo. .