El personal es amable y eficiente. El precio está muy bien. Los servicios son muy básicos.
La habitación tiene cocina pero está completamente vacía. Si lo solicitas te dan 2 platos, 2 cuencos, 2 vasos de plástico, 2 tazas, 2 tenedores, 2 cuchillos, etc, pero sólo te dan 1 o 2 sobrecitos minúsculos de jabón para los platos, así que a la que quieras cocinar algo te faltarán platos o te faltará jabón para lavar los platos que ya has usado.
El desayuno es pésimo: café con "coffee-mate" y muffins en celofán de bluberry/banana o barritas de cereales. Nada más.
Hay wifi pero va lenta, si quieres usar una VPN o internet a mayor velocidad tienes que pagar.