Es bonito el lugar, la cama muy agradable y el agua caliente; pero es importante que avisen que es casi que auto servicio. Nadie te ayuda con maletas (lo haces tu), nadie hace el chek-in (lo haces tú en unas máquinas), no hacen el aseo de la habitación excepto que avises que lo quieres y nadie te dice hasta que preguntas en el bar o la tienda que tienen ahí. Se nota que no cambian todas las toallas después de cada estancia, porque nos tocó tener una toalla sucia de labial. No tiene plancha de ropa, y el closet son unos tubos que cuelgan del techo, muy minimalistas. Hablando de calidad-precio creo que por lo que ofrecen el precio es algo excesivo. Importante saber que un tren de carga pasa cruzando la calle, por lo que en día se escucha algo de ruido por la noche no pasa.