Increíble la calidad, limpieza y servicios de todo tipo de la gran habitación, con dos camas también muy grandes y muy cómodas.
El baño era también muy grande y con todo lo necesario para su uso, tanto en bañera como en lavabo.
Pero lo mejor fue el trato al entrar, con una chica amabilísima y simpática, que hizo todo lo que pudo por entenderse en español con nosotros. Si la habitación es de 10, ella es de 12.
En la cena tardaron un poco en servir bebida, comida y cobrarnos, quizás porque estaba muy lleno. Cosa lógica por la calidad del hotel.