Hotel muy recomendable, tanto por las habitaciones (yo estuve en las DeLuxe) como por el entorno. Es preciso disponer de coche (parking exterior gratuito), ya que está alejado del centro. Está a unos 30min del centro de Ginebra. Recomendamos visitar la zona aledaña, ya que es preciosa. Desayuno de calidad media, pero no vale los 20€ que te cobran. Mejor pedís un cafe con leche y croissants, por unos 5€.
Sólo tuvimos un problema: al llegar se nos asignó una habitación en el extremo del hotel, en un pasillo oscuro y mal iluminado, y que daba a la parte frontal del hotel. Otra pareja que hizo el mismo tipo de reserva fué ubicada en la zona central, con una decoracion e iluminacion excelentes, y en una habitacion con vistas a los Alpes. Tras quejarme en recepción, lo cual es siempre incómodo, se nos cambió a una habitación similar a la de la otra pareja. Por la mañana nos sorprendieron con un desayuno sin coste.