La terraza increíble, con unas vistas maravillosas y, sobre todo, tranquilidad e intimidad. La habitación muy amplia, pero la cama fatal: colchón horrible y almohada incómoda. Cada mañana despertábamos con dolor de espalda. El cuarto de baño grande, pero bastante viejo. A pesar de la incomodidad de la cama, debo decir que la estancia ha sido super agradable y las vistas inmejorables. El personal muy bueno y atento en todo momento.