El hotel está a unos pasos de la estación de metro, eso sin duda es un plus para la movilidad en la ciudad. Se encuentra ubicado un poco afuera de la zona más turística de París, sin embargo para los que buscamos empaparnos de lo urbano y recorrer calles de cada ciudad es magnifico. Ubicado en una zona de diversos comercios, desde restaurantes hasta locales de tecnología. Por estar situado en una zona no muy turística los precios de productos son un poco más bajos que los del centro turístico, una buena opción para los que viajamos en modo ahorrativo =). París es un regalo que hay que caminarlo descubriendolo lentamente desde afuera hasta llegar a su corazón turístico, éste hotel los ayudará mucho con esa idea. (No cuenta con aire acondicionado, solo calefacción en las habitaciones (por lo menos en la mía no) se tiene que abrir la ventana para que entre el frío, por lo que pueden escucharse sonidos de la calle, para los días que estuve fueron temperaturas bajas de otoño, así que no fue muy necesario abrir las ventana seguido.) La limpieza es buena, el desayuno es rico, y si llegas cansado del caminar la tina en la bañera hará olvidar ese cansancio. La recepción en gentil y amane a cualquier hora.