Hotel situado a unos 10 minutos de la estación de tren y se llega fácilmente a pie al centro. Habitación luminosa, espaciosa y muy limpia. Y respecto al personal del hotel, muy amables, te dan recomendaciones sobre dónde comer o qué visitar, y en nuestro caso el recepcionista hablaba nuestro idioma. Sin duda, si vuelvo a Frankfurt, volvería a elegir este hotel.