La ubicación sin duda ha sido lo mejor, tiene de todo cerca y punto intermedio para ir a verlo todo. Camas cómodas y todo lo necesario en la cocina para pasar unos días.
Hay café en la recepción, pero sin leche.
Cómo punto malo, pero por lo que vi es costumbre en París, para estancias de 5 noches no te cambias las toallas ni limpian la habitación, las toallas deberían cambiarlas al menos una vez.
El baño apenas tenía luz, no había ningún punto luminoso en toda la habitación donde poder arreglarse con comodidad.
La ducha tenía muy poca presión, salía poca agua y además la temperatura cambiaba de repente sin tocar nada, era muy incómoda.
Con el precio q pagamos esperábamos mayor comodidad pero también hay que atender a la oferta general, y fué lo mejor q encontramos sin superar ese presupuesto en el centro .