El lugar es muy incómodo, con poca iluminación en la habitación, súper sucio, tuve que limpiar el roperito donde colgué mi ropa pues tenía polvo de meses, la tina es angosta e incómoda para bañarse con la regadera, lo único excelente fue el desayuno y la atención de Karla en el restaurante, por lo demás no regresaría