8/10
Todo en general bien. Al llegar las habitaciones estaban frías y tuvimos que regular la calefacción, la habitación que nos tocó tenía baño privado pero no hay una puerta que separe habitaciones y baño de la escalera principal de la casa, por lo que entraba mucho frío.
La dueña Nataliė muy amable en todo momento, nos dejaba desayuno preparado a base de harinas( pan, croissant, bizcochos caseros y mermeladas deliciosas), también yogur.
La limpieza de la casa es correcta.
Paula
Viaje en familia de 2 noches