El hotel es realmente muy bueno, sobre todo la decoración, obras de arte, estilo, música, conserje. La ubicacion es magnifica, de lo mejor para parar en NY. Camas cómodas, pero la habitacion y el baño son chicos, al menos los estándares. No obstante vale la pena. Muy buenos bares abajo y una terraza para desayuno y almuerzo increíble