El personal es muy amable. Lo que más nos gustó es que está muy bien ubicado. Está el metro saliendo y varias paradas de autobús. Tiene elevador y una báscula para pesar la maleta. El restaurante es útil para desayunar , pero hay mejores opciones en los alrededores. Camas cómodas y el baño tenía un poco de mal olor por el drenaje, pero se quitaba con la limpieza, la regadera salía muy bien pero por alguna razón no se mantenía la misma temperatura , de repente salía un chorro frío y luego se volvía a regular, pero no era molesto, solo que es desconcertante que no se mantenga la misma temperatura. Gracias a todo el personal por sus servicios, amabilidad y atenciones.