Hotel muy céntrico, a unos pasos del triple puente y de la catedral. Personal muy amable. Habitación enorme, con balcón. Con nosotros tuvieron un fallo y nos dieron una habitación preparada para una persona, llamamos a la recepción y en 1 minuto, literalmente, solucionaron el error. Hay minibar y caja fuerte en la habitación. El hotel tiene spa y piscina climatizada en la última planta; se puede usar la piscina y la sauna sin conste adicional hasta las 10 de la noche. Es fabuloso relajarse después de un día pateando Luibliana. El desayuno es muy bueno y el personal es muy atento. Al hacer el check out te cobran una city tax, de la que nadie nos había avisado, unos 8 € aproximadamente por 2 personas/3noches en total. Repetiría sin duda en este hotel si volviese a Luibliana