10/10
Fantástica.Limpio habitaciones sin moqueta (aleluya!) En pleno centro histórico de la capital luz implica que los hoteles siguen la planimetría del lugar; es decir, no se esperen grandes habitaciones rectangulares si el barrio tiene orígenes medievales. El personal es muy atento, hablan fluidamente varios idiomas y el desayuno está bastante bien.El barrio encantador lleno de bistrots y opciones para almorzar y cenar por lo que la falta de un restaurant dentro del hotel no es ningún problema.
Si alguien va por trabajo vale la pena comentar si hay disponibilidad de habitación con mesa. La mía no tenía pero rápidamente se ofrecieron a buscarme una más adecuada. En la planta baja un baño perfectamente adaptado a personas con movilidad reducida.
Natalia
Viaje de negocios de 2 noches