Imagina llegar de un viaje de 12 horas, cansados, con el único deseo de darte una ducha para quitarte el viaje de encima. Haces check in y llegas a tu habitación, y no hay agua caliente! El hotel estaba vacío, podrían haber chequeado el estado de la pieza antes de asignarla. Personal metidos en nuestra habitación, al menos una hora entre llamadas e ingresos a la habitación. Al no poder arreglarla, nos piden cambiar a una habitación "mejor" por las molestias. Tuvimos que volver a cerrar nuestras maletas para descubrir que el cambio era a una habitación peor. Al alegar, nos vuelven a cambiar (3era vez). Ninguna compensación por las dos horas perdidas y mal.
Nos fuimos de Natal a Pipa, y cuando retornamos a Natal, nuestra última habitación del hotel tenía el jacuzzi malo y el aire acondicionado no se apagaba (pasamos frío). Nuevamente tuvimos metido al personal en la habitación sin arreglo, dos veces más. Ésta vez decidimos no cambiarnos por cansancio.
Son cosas que uno no quiere vivir en un hotel de este calibre y precio, y si las vive, quiere una real compensación. El personal fue, en general, muy amable. Pero de todas formas nos sentimos muy perjudicados por todos los malos ratos que vivimos.
El servicio a la habitación incompleto (tenían pocos platos realmente disponibles en comparación a la carta).
La playa de Punta Negra no es muy linda, y caminar por su costanera deja mucho que desear. Está muy mal cuidada la zona. Recomiendo paseos a las playas y dunas de más lejos.