Los 10 mejores platos cataríes y dónde comerlos en Doha

El saloona es un estofado tradicional árabe que suele cocinarse en casa para las cenas en familia. Aunque en su elaboración cabe cualquier cosa que se tenga a mano, normalmente lleva ternera, cordero o pescado, además de verduras de temporada, ajo y jengibre. Se debe comer con bastante pan que se moja en el caldo.

Walima le da un toque contemporáneo a esta delicia y a otros platos cataríes en su moderno y deslumbrante restaurante, decorado con colores claros y elementos de Oriente Medio, como lámparas de vidrios policromados.

Aunque las hojas de parra rellenas son muy comunes en la mayoría de las gastronomías de Oriente Medio, las de Catar son especialmente deliciosas. Las warak enab suelen llevar carne picada de ternera o cordero y arroz, y se sazonan con ajo, pimienta y cilantro. Lo mejor es disfrutar de este plato catarí con rodajas de limón fresco.

Instalado en el patio de La Cigale Hotel, Shisha Garden constituye un refugio tranquilo del bullicio del centro de Doha. Su frondoso entorno verde y las suaves cascadas generan una atmósfera serena rebosante de encanto. Un lugar ideal para picar algo informal como las warak enab y disfrutar de un café o una shisha.

El majboos es el plato nacional de Catar, lo que significa que no puedes concluir tu visita a Doha sin probarlo. Suele prepararse con cordero o pollo, y se cocina a fuego lento para darle mucho sabor. Se sirve sobre un lecho de arroz especiado y se acompaña con ensalada y salsa de tomate casera.

Lo puedes comer en casi cualquier restaurante catarí de Doha, pero si no te importa despilfarrar un poco, te recomendamos Al Manchab. Este ostentoso local sirve un majboos con especias aromáticas cocinado a fuego lento hasta alcanzar su punto perfecto, coronado con un poco de romero. La decoración acogedora, con bancos repletos de cojines y retratos de familia, añaden autenticidad a la atmósfera y te harán sentir que estás cenando en un auténtico hogar catarí.

La madrouba es un sabroso plato de gachas de arroz que puede acompañar a cualquier comida. Se elabora con leche, mantequilla, cardamomo, pollo y, en ocasiones, alubias, y se cuece a fuego lento durante horas hasta que se reblandece. Cada lugar tiene su propia receta, pero los aderezos suelen incluir cardamomo, cebolla frita o ghee, una manteca de grasa vegetal.

El laberinto de patios y pasajes de Souq Al Wakrah es un lugar fantástico para probar esta delicia tradicional. Easir Cafe está en un fresco edificio de adobe cerca del mar y sirve un amplio abanico de aperitivos y exquisiteces cataríes, incluida una madrouba de pollo deliciosa.

El kousa mahshi consiste en calabacines de Oriente Medio rellenos de carne picada de cordero y verduras, sazonados con perejil y menta. También encontrarás muchos restaurantes en Doha donde sirven versiones con guisantes para vegetarianos. Te recomendamos mojarlos en pasta de tomate o yogur para saborearlos en su plenitud.

Una cena en Al Shami Home Restaurant suele ser una experiencia inolvidable. Está decorado como una tienda tradicional bereber, con tejidos que cuelgan del techo y una fuente de mármol. El auténtico kousa mahshi que se sirve aquí en raciones muy generosas tiene un sabor increíble.

El luqaimat es un postre muy común en Catar similar a un dónut. Se trata de una bola dulce sazonada con cardamomo y azafrán, que se fríe en aceite y se sumerge en sirope de azúcar. El luqaimat ideal debe estar crujiente por fuera y blandito por dentro.

Chai Halib los sirve en un impresionante abanico de sabores, desde los tradicionales dátiles hasta el chocolate. El diseño del café se inspira en un salón de té árabe de estilo tradicional, y te recomendamos acompañar el luqaimat con un café arábigo de sabor intenso.

El Umm Ali es un postre que suele asociarse a Egipto, aunque en Catar tienen su propia versión y está buenísima. Se parece mucho al pudin de pan: se elabora con pasas, trocitos de frutos secos y leche endulzada, y se hornea hasta que su parte superior esté dorada y crujiente. Finalmente, se rocía con canela. Es, probablemente, uno de los postres más dulces de Catar.

Aunque Karaki se especializa en el té karak, del que toma su nombre, también se está haciendo muy popular por sus postres y pasteles. El Umm Ali que sirven aquí es cremoso y sustancioso, con muchos frutos secos y una aromática mezcla de especias.

Los khanfaroosh están a medio camino entre una galleta y un pastel: son círculos de masa que se elaboran con agua de rosas y azafrán, y se fríen en aceite antes de servirlos espolvoreados con azúcar glas o con un chorrito de miel. El agua de rosas les otorga una fragancia ligeramente floral y un delicado sabor.

Aunque el menú de Hawn Café no es muy amplio, todo lo que preparan está exquisito y los khanfaroosh no son una excepción, ya que los fríen hasta que quedan crujientes por fuera y, a continuación, los sumergen en miel. Puedes sentarte a disfrutarlos junto a las altas ventanas arqueadas del local y acompañar este aperitivo local con un té moruno mientras observas cómo transcurre la vida aquí.