Nos ha gustado mucho porque la habitación reunía todolo que necesitábamos. Una cama cómoda y limpia, una ducha moderna, una iluminación muy agradable, unos espejos fantásticos y sobre todo, silencio. En la recepción nos atendieron muy bien y muy rápidamente. El único pero fue que tuvimos que dejar a nuestra perrita en el coche a la hora del desayuno aunque estábamos solos. Volveremos