Nos atendieron mal, primero al llegar nos dijeron que ya no había valet parking y que llevara el carro al estacionamiento a la vuelta de la cuadra. Eran casi las 10:00 pm con mis dos hijas de 12 y 14 años y mi mamá de 78 años. Dejamos el equipaje y llevamos el carro al estacionamiento público. Ya en el hotel, la recepcionista, una mujer poco amable sólo me dió las tarjetas de la habitación y me dijo que nosotras subiéramos solas el equipaje. Primero llevé a mi mamá y la instalé en la habitación y al volver al lobby, esta mujer ya se había llevado nuestro equipaje a “guardar” en un closet de trapeadores. Yo creo que no debes tener personal desatento, déspota para atender un hotel. Muy mala actitud y muy poco amable. Estuvimos en el piso 8 y hubo mucho ruido de los huéspedes toda la noche. OJO: No es familiar, no vengan con familia aquí. Mucho ruido, música y a nadie parece importar la necesidad de otras personas para descansar. No pienso regresar.