Hotel agradable en general. Está alejado del centro histórico y turístico (unos 30 minutos en metro) pero tiene la parada de metro en la puerta del hotel. Las habitaciones son correctas. confortables y limpias, pero sin grandes lujos. El principal punto negativo es el ruido, ya que la insonorización de las habitaciones no es demasiado buena y se oye el ruido de los coches, otras habitaciones, pasillo, etc. En general, si volviese a Oporto me alojaría nuevamente, es una buena opción.