La atención del staff de recepción dejaba mucho que desear, excepto Laura. Nos tocó una habitación contigua con unos vecinos DEMASIADO ruidosos, desde temprano encendían la licuadora o la tv, al preguntar a recepción dijeron que no podían hacer nada al respecto, la ultima noche tuve que llamar a recepción alrededor de las 2 am para que les llamaran la atención y poder descansar.
El servicio de Cecilia en el restaurante es muy bueno, se notó su ausencia cuando tuvimos que esperar cerca de 40 minutos por huevo con fruta.
El jacuzzi tenía mucha arena o tierra al fondo, solo nos metimos una vez.
Nuestra regadera nunca tuvo agua caliente, solo salió tibia.
El control de la tv no funcionaba por las baterías sulfatadas.
Paty la camarista hizo un gran trabajo.
La habitación cuenta con refrigerador, microondas, licuadora, cafetera, parrilla, cubiertos y loza… recomendable hacer una pequeña despensa para la estancia.