Poca, poquísima luz en la habitación. Casi no puedes leer.
La calefacción no llega al cuarto de baño, por lo que, en invierno, cuando sales de la ducha te hielas.
Las copas en el bar del hotel, carísimas. Dos gin-tonics y dos aguardientes casi 27 euros. ¡¡¡Una barbaridad!!!, por no decir un atraco.
Estos son los tres defectos observados. El resto, estupendo.