La ubicación es buena para pasear por el Promenade, que es un Paseo marítimo muy agradable. Está a 15 minutos a pie del centro de Funchal, pero tiene al lado una parada de autobús, que por 1,35€ te lleva al centro y, desde allí, a cualquier otro lado de la isla.
El personal fue agradable a la par que natural desde el primer momento. Se les ve cómodos trabajando allí y eso se nota.
La habitación, con unas increíbles vistas al mar. Muy cómoda y práctica.
Los desayunos muy completos, con embutidos buenos, fruta magnífica, buena variedad de panes y zumos. Un cocinero haciendo gofres y tortillas al gusto.
Volvemos enamorados de Madeira, en gran parte gracias a este hotel.
Las piscinas y el Spá... Sin palabras. Brutales. Temperatura idónea y fantástica atención en ambas.