El hotel se encuentra en una ubicación privilegiada dentro de Exeter, a 5min andando tanto del centro como del muelle ("quay"). El edificio, un antiguo hospital, es realmente bonito por fuera y muy cuidado por dentro. El personal muy agradable, y el desayuno increíble, con servicio de cocina aparte del buffet. Como pega, el tamaño de las habitaciones "individuales", verdaderamente pequeñas, aunque acogedoras.