Es un buen hotel, muy bien ubicado, cerca de la playa (de piedras) de Ponta do Sol, en la parte sur de la isla de Madeira a 30-40 minutos del aeropuerto y 10-15 de Funchal en coche.
La habitación es grande y espaciosa y dan al mar, por lo que cuentas con buenas vistas.
El desayuno es buffet y hay una gran variedad de productos.
La cena también es tipo buffet, pero no vale la pena tomarla en el hotel, ya que hay otras opciones cercanas y de productos locales.
Para mejorar:
- Wifi disponible gratuito, pero sólo en la zona de recepción del hotel
- Parking gratuito, pero se la pasa lleno y es difícil de maniobrar.
- La fruta del desayuno no es de buena calidad, para la gran calidad de fruta de la isla
- La cortina del baño estaba un poco sucia, desmereciendo la limpieza de la habitación
- Habitaciones un poco ruidosas: se escucha por completo lo de la habitación de al lado