Pésimo servicio de la chica de recepción, nada empatía y muy sarcástica, nos hizo esperar mucho y nos decía las cosas burlándose de nosotros. La limpieza era solo tender la cama, en 8 días no se cambiaron toallas, sábanas ni se barrió la habitación, una vez dejaron los platos sucios 2 días ahí. Las cortinas dejan pasar la luz, cuando usan el baño o la regadera de la habitación de arriba se escucha el ruido, se escucha ruido del tren que pasa cerca. La cama es muy muy baja. Solo ponen shampoo el primer día y nunca más, tuvimos que pedir papel higiénico porque tampoco ponen seguido; está lejos de todo, la zona no es bonita. El desayuno es caro. No regresaremos ni recomendaremos.