Excelente lugar desde donde desplazarse a conocer las maravillas de Roma. Las habitaciones son muy pequeñas, hay tan poco espacio que la maleta no puede permanecer abierta, no hay espacio. El baño y la regadera son mínimas y apenas cabe una persona de complexión media, ni hablar de una persona grande. El agua sale con muy buena presión y excelente temperatura. Nuestra la habitación la limpiaron y cambiaron las toallas a diario.
El personal es sumamente amable, la localización es perfecta, cerca de rutas de autobuses y del metro. Prácticamente, enfrente de la Piaza del Popolo. Sin dudar me quedaría ahí nuevamente.