El hotel en general está muy bien mantenido, las habitaciones son amplias, los baños tienen muy buen tamaño, para lo acostumbrado en Europa!
La atención del personal fue SIEMPRE excelente, se esmeraron en hacer que la estadía fuera amena y que el idioma no fuera una barrera. Los desayunos súper completos y las comidas en el restaurante estuvieron deliciosas.
Definitivamente RECOMIENDO quedarse en este hotel cuando vayan a Viena.